¿REGRESANDO A LA NORMALIDAD?
Veronica Ramos
Veronica Ramos
Tanto se ha hablado de regresar a la normalidad que cuando escucho eso, lo primero que viene a mi mente es ¿cuándo se reactivarán todas las actividades culturales? Sé que suena muy precipitado ante la tragedia vivida el martes 19 de septiembre, y aunque a dos semanas sólo pareciera una urgencia por activar el entretenimiento de las personas, también del lado de los hacedores teatrales es una urgencia por reactivar su principal o única fuente de ingresos.
Muchas actividades artísticas, funciones, temporadas, etc. están pospuestas “hasta nuevo aviso” y será hasta entonces que los que vivimos de eso podremos recibir ingresos por nuestro trabajo, por supuesto pensando en un plano ideal, porque me pregunto: ¿el público se encuentra verdaderamente preparado para sentarse en una butaca a disfrutar de una obra? ¿El público quiere gastar en un boleto del teatro? ¿El público quiere ir al teatro?
Reactivar las actividades pareciera un acto egoísta o de indiferencia ante la situación que se está viviendo, pero no es así; con gusto puedo decir que muchas personas del medio están comprometidas apoyando en centros de acopio, colaborando en la remoción de escombros, incluso llevando momentos de diversión y esparcimiento a los albergues. Pongamos foco rojo a esto porque cualquier expresión artística, si bien no es urgente, será necesaria para la distracción, diversión o esparcimiento de las personas en un mediano o largo plazo.
Hay teatros, compañías, artistas que comienzan a regresar a la famosa “normalidad”, se comienzan a abrir las puertas con butacas deseosas de estar llenas, ¿basta con abrir las para reactivar las actividades? Viene mucho trabajo por delante, mucho esfuerzo para hacer que esas butacas, que en condiciones normales era difícil de llenar, lo vuelvan a estar. Un teatro vacío no sólo implica un golpe al autoestima de los colaboradores, conlleva no tener taquilla vendida que se traduce en un nulo o mínimo pago a los colaboradores, pensando en que esto sucediera, ¿cómo es que el artista podrá sobrellevar sus gastos personales?
No basta con regresar a la normalidad, tenemos que enfrentar esta situación por la que estamos pasando con entereza, ingenio y responsabilidad para hacer de los teatros un lugar de sanación para todos aquellos que, tarde o temprano, requieran de nuestro trabajo para despejar su mente, reír, llorar, imaginar, sentir.
¿Cuánto tiempo necesita el espectador para regresar a las butacas es esta época en la que pareciera no ser una prioridad? Toda la comunidad artística tenemos mucho trabajo por hacer, hagamos nuestro trabajo con amor, compromiso, entrega y mucha responsabilidad, esperando que pronto regresemos a una nueva “normalidad”.